jueves, 4 de octubre de 2012

ANVIL: THE STORY OF ANVIL


Siempre se ha tenido a los documentales como un hermano menor dentro de los distintos estilos cinematográficos. Creaciones interesantes pero sin alma, sin chispa. Aprendemos de ellos, incluso a veces disfrutamos de ellos, pero no nos dejamos llevar con ellos. La ficción siempre estará un paso por delante en este aspecto.

Sin embargo, en los últimos tiempos han surgido varios ejemplos que desmitifican esta afirmación. Man on wire, the cove o Inside job nos han hecho llorar, indignarnos, reír y emocionarnos. Y esto es mucho más de lo que conseguido por el 90% de las películas que se han rodado durante los últimos 10 años. Han superado esa barrera y se han convertido en “obras maestras” por derecho propio.

 
Anvil: the story of Anvil (2009) también ha logrado alcanzar este status (al menos para mi corazoncito). Si no eres capaz de emocionarte con las aventuras y andanzas de estos pillastres, es que no tienes corazón, man.

¿De que carajo trata esto?. Simple cual funcionamiento de botijo. Nos presentan a Anvil, un grupo de heavy metal de Canadá, que estuvo a punto de alcanzar la primera línea en el cénit de esta música: durante los primeros años 80 (benditos ellos!!!).


De esa camada, salieron combos como Megadeth, Slayer, etc,…, gente que llego a algo. Sin embargo, esos veinteañeros ahí se estancaron. Nunca conocieron la gloria como sus compadres.

Y a partir de este punto, te muestran toda la mierda de la industria de la música en general, y la lucha de dos soñadores que nunca dejaron de pelear por lo que ellos querían: ser los putos amos del metal!!.  Hay que tenerlos bien puestos para intentar por enésima vez llegar a la cima, y esta vez con 50 años.

 
Os puedo asegurar que en esta aventura, hay momentazos de todo tipo: descacharrantes, viscerales, compadreo, bajunas gigantes, …, y en todos ellos siempre están nuestros dos protagonistas.

Robb Reiner y Lips Kudlow son la pareja con más química que he visto en siglos. ¡Y no están actuando, joder!!!!. ¡Es que son así en la vida real!. Los mejores amigos del mundo. Solo con tu mejor amigo puedes decir “lindezas” como las que se escupen, o llorar como un gatito aunque seas el jevi más duro del universo conocido.

 
Con Avil vamos a reconciliarnos con el buenrollismo. Después de hostias continuas de la vida, siempre van a tener fuerzas para levantarse. A pesar de tener todo en su contra, su ansia por alcanzar su sueño les hará realizar locuras y tonterías varias, como hipotecar su casa again.

Está es la gran enseñanza del documental. Da igual que edad tengas, que salud tengas o cuanta panoja manejas. Si de verdad crees en ti y en lo que estás haciendo, todo lo demás importa una mierda. Tienes que ir a por ello a muerte.

Punto final. No puedo añadir absolutamente nada más. Únicamente recordar ciertas escenas y sonreír.


Darle caña que merece la pena. Sed buenos. Chauuuu.

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